viernes, 19 de junio de 2009

¿Por qué nos reimos de esta publicidad?




He aquí una publicidad de Kolynos, del año 1933 (podés clickear sobre la imagen para leer mejor las viñetas).

¿Qué es lo primero que causa su lectura? En general, risa; suena como algo demasiado obvio, explícito. ¿Por qué? ¿Será porque es inusual ver este tipo de mensajes en la publicidad de hoy? Yo diría que no, la promoción del uso de un producto determinado para obtener un beneficio en las relaciones sociales está aún muy vigente en los avisos actuales.

¿Qué es lo que cambia entonces, para que este aviso nos parezca ridículo? No cambia lo dicho, sino las modalidades del decir. Aquello que aquí es dicho en palabras que suenan redundantes, toscas, hoy es representado sólo por una imagen, de una mirada, una sonrisa, una situación...

La aceleración vertiginosa de la historia en la que estamos inmersos hace que cada vez los estilos y las narrativas caduquen más tempranamente. Si un noticiero o un teleteatro de hace sólo una década parece lento a nuestra retina, que se fue acostumbrando a otras velocidades, un mayor distanciamiento en el tiempo no podría provocar otra cosa. Quizas este aviso, y la reacción que causa en nosotros, nos permita comprender de qué manera nuestra sensibilidad no es natural -digamos, biológica- sino que está investida de los registros culturales de nuestra época; es decir, que sus contornos se van delineando según el momento, el lugar y el contexto sociocultural en los que se inscribe. Algo que se puede ver claramente en el discurso de la publicidad.

1 comentario:

  1. Un buen hallazgo este aviso! Claro que me hizo reir, porque hoy estamos fomateados con otra gramática, otro ritmo. Y nuestra sensibilidad -como dudarlo- esta estimulada el sentido de nuestra época, del que no somos ajenos. Saludos!

    ResponderEliminar