miércoles, 22 de julio de 2009

Los recovecos del sentido

Les paso un cuento que nos habla de las complejidades de la comunicación, de las múltiples significados que puede adquirir según el contexto y la cultura en la que se inscribe. De los intersticios del sentido y de los recovecos por los que transita... De los malentendidos y los sobreentendidos...y de cómo éstos no constituyen una ruptura con el proceso comunicacional, sino una dimensión latente...

Disfrútenlo ...

EL DEBATE POR SEÑAS (Cuento tradicional anónimo)

"Había un erudito romano de visita en la corte de Timur y el emperador pidió al Mullah que se preparase para una batalla de ingenio con él.
El Mullah amontonó sobre el lomo de su burro libros con títulos ficticios, pero que sonaban muy impresionantes, tales como La teoría de los bifurcantes universales. La Erosión y la Civilización. Una crítica de la pureza tolerante. Orígenes sociales de la desactivación mental.
El día de la prueba, el Mullah apareció en la corte con su burro y sus libro. Su ingenio natural y su inteligencia abrumaron al erudito romano, que decidió poner a prueba los conocimientos teóricos del Mullah.

El erudito romano levantó un dedo.
El Mullah respondió con dos dedos.
El romano levantó tres dedos.
El Mullah respondió con cuatro.
El erudito romano mostró su palma,
a lo que el Mullah respondió con el puño cerrado.
El erudito abrió su cartera y sacó un huevo.
El Mullah respondió sacando una cebolla de su bolsillo.
El romano preguntó : "¿Qué evidencia tienes"?
El Mullah respondió : "La teoría de los bifurcantes universales. Un crítica de la pureza tolerante".

Cuando el romano balbuceó que nunca había oído tales títulos, el Mullah le respondió : "Pues claro que no los has oído. Mira y verás cientos de libros que nunca has leído". El romano miró y quedó tan impresionado que concedió que había sido derrotado.
Como nade había entendido nada; más tarde, cuando se sirvieron los refrescos, el emperador se inclinó hacia adelante y preguntó al erudito romano cuál era el significado de todo ello.

- Es un hombre brillante este Mullah -explicó el romano- cuando levanté un dedo, significando que no hay más que un Dios., el levantó dos para decir que El creó el cielo y la tierra. Yo levanté tres dedos significando el ciclo de la concepción, la vida y la muerte, a lo que el Mullah respondió mostrando cuatro dedos, indicando que el cuerpo está compuesto de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.
- Bueno, ¿y lo del huevo y la cebolla ? -instó el emperador-.
- El huevo era el símbolo de la tierra (la yema) rodeada por los cielos. El Mullah sacó una cebolla indicando las capas de los cielos alrededor de la tierra. Le pedí que apoyara su afirmación de que hay el mismo número de capas en los cielos que en la piel de la cebolla, y la apoyó con todos esos libros sobre los que yo, desgraciado de mí, lo ignoro todo. Tu Mullah es un hombre muy sabio, ciertamente.
El romano, abatido, partió.

El emperador preguntó a continuación al Mullah sobre el debate.

El Mullah respondió : - Fue muy fácil, Majestad. Cuando levantó dos dedos desafiándome; yo levanté dos, significando que le sacaría ambos ojos. Cuando levantó tres dedos, con el significado -estoy seguro- de que me daría tres patadas, le respondí amenazándole con cuatro patadas. Su palma entera, naturalmente, significaba una bofetada en la cara, a lo que respondí con el puño apretado. Viendo que iba en serio, empezó a mostrarse amistoso y me ofreció un huevo, así que yo le ofrecí la cebolla".

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